8/1/11

El otro día me miré en el espejo y se rompió

El título de esta entrada no se desarrollará en esta entrada. Lo hará en otra, así os obligo a permanecer atentos, a hilvanar, a acallar conciencias. Voy a hablar de mis viajes de forma sentida:

Siempre quiero viajar, pero mis destinos me reciben con un frío amargo que crece como el tiempo y los paisajes de esta canción se dibujan en el cerrar de mis ojos. Es entonces cuando me dejo el alma en volver.



Ahora comprendo la importancia que se le da al hecho de que alguien muera fuera de su país y tengan que transportarse sus restos mortales, sus cenizas o lo que sea de vuelta a casa. Puede que me vaya, puede que encuentre mi vida lejos de aquí, pero tendría que volver. Pase lo que pase tengo que volver como sea.

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