24/10/07

How Sweet It Is

No sé aburrirme. Nunca me he sentido aburrido. Mi mente sigue activa incluso en esas pesadas comidas familiares. Siempre estoy pensando, inventando, imaginando... mi cabeza es un cajón de sastre y un desastre, pero me encanta. Otra historia es que siempre piense que hago lo que tengo que hacer, lo que veo correcto en ese momento, por eso, salvo en contadas ocasiones, me arrepiento de algo.

El caso es que últimamente han tenido que recordarme quién soy para que la máquina siga funcionando. A veces te ves a ti mismo como uno más, alguien que no ha hecho nada especial, como si te hubieras olvidado de todas las locuras que has vivido por tu propia culpa, todos los líos de los que has salido milagrosamente, todas las historias raras... incluso te olvidas de tus habilidades, de eso que eres capaz de hacer mejor que nadie. Si alguien viene y me dice que se ha divertido alguna vez leyendo este blog me sentiré como si esto hubiera cumplido su misión, aunque es raro, porque siempre pensé en el blog como un diario extravagante, no como algo hecho de cara a los demás, por eso no le he hablado a casi nadie de él. Por mi parte, puedo decir que todos los blogs en los que yo he dejado un comentario como mínimo (por los que paso a menudo y por los que no paso desde hace meses) me han entretenido y eso es algo que agradezco. Me gusta que alguien tenga algo que decir y que yo me haya tropezado con ellos, porque me han enseñado una lección.

1 comentario:

Jandro dijo...

Joder. Ni yo mismo lo hubiera dicho mejor. ¡Vaya pedazo de texto! Me has inspirado para uno que he escrito recientemente. siéntete alabado Zoográfico, porque realmente estoy totalmente de acuerdo contigo en todo lo que dices.

¡¡Perfecto el texto!!

¡¡Saludos Zoográfico!!