24/12/07

Estructuras Ideales

Yo no doy una mierda por una estructura. Las ideas se despiertan solas y explotan contra nosotros en un lenguaje ininteligible, un torrente de adrenalina y placer que se agolpa en las neuronas. Tardamos un par de segundos en asimilarlas, en intentar descubrir lo que intentan decirnos y grabarlas en nuestras sienes para poder reproducirlas. Muchas veces no sabemos de dónde vienen, pero ahí están, en nuestras cabezas, pecando de originales. El primer contacto que tenemos con ellas nos hace llevarnos una primera impresión: genialidad. Cuando ya la has realizado o la has escrito en papel... bueno, cuando te reencuentras con alguna idea que tuviste hace un par de meses y has perdido de vista, puedes llegar a avergonzarte de lo mala que es y de lo buena que te pareció a priori. La objetividad no se aprende, es perspectiva, se adquiere con el método de ensayo y error: la experiencia. Lo mejor es tener a alguien al lado para que te diga si la idea es buena o no vale una mierda. Los familiares y amigos suelen ser condescendientes y los extraños que se creen mejor que tú son unos hijos de puta que solo buscan destruirte con sus críticas... señores, es muy difícil encontrar a la persona adecuada.

El que está al otro lado de la pantalla leyendo esto puede ser un curioso, alguien que conozco o alguien que no he visto en mi vida. Puedes ser una persona que ha pensado en escribir algo, lo que sea (relato, novela, guión, poema, ensayo), una persona que se gana la vida con esto, una persona que escribe por hobby aunque constituya una especie de necesidad... puedes ser una persona que considera que eso de tener ideas no va con ella. Que nadie se cierre nunca las puertas de nada creyendo que no sabe, porque aquí no hay demasiadas cosas que enseñar. No se le puede enseñar a nadie a tener una idea. Hay gente que cree que puede enseñarle algo a alguien. Nada es cierto, la idea viene si tienes el talento de tener ideas, si tu cabeza funciona de tal forma que se te ocurren cosas, nada más. Ahora vienen los hombres de negocios, los dueños de la industria y te dicen cómo se hace y cómo no se hace algo, cómo han y cómo no han funcionado las cosas siempre... incluso se permitirán un par de insultos hacia tus ideas. Pasa de todo, innova, no dejes que encierren tu mente en lo que ya se ha hecho, de ser así nunca parirás nada verdaderamente nuevo, nada verdaderamente bueno. Son todos los consejos que puedo dar, aunque no soy nadie para darlos. No creas en teorías ni sigas estructuras al pie de la letra, los que a día de hoy son los grandes de ese campo en el que intentas hacer algo no tuvieron que estudiar nada, solo tuvieron que esforzarse por aprovechar sus ideas y, claro está, tuvieron grandes ideas. Sigue alguna pauta, pero no te dejes encorsetar.

1 comentario:

Anónimo dijo...

A veces me parece que las ideas son básicamente las mismas, y que sólo cambia la forma de contar esas ideas. Las palabras que se utilizan y el orden en el que se utilizan para que den la impresión de ser algo nuevo. O no, no sé. Pero pudiera ser...¿no?