15/3/09

Ojalá

Ojalá que las hojas no te toquen el cuerpo cuando caigan
para que no las puedas convertir en cristal.
Ojalá que la lluvia deje de ser milagro que baja por tu cuerpo.
Ojalá que la luna pueda salir sin ti.
Ojalá que la tierra no te bese los pasos.

Ojalá se te acabe la mirada constante,
la palabra precisa, la sonrisa perfecta.
Ojalá pase algo que te borre de pronto:
una luz cegadora, un disparo de nieve,
ojalá por lo menos que me lleve la muerte,
para no verte tanto, para no verte siempre
en todos los segundos, en todas las visiones:
ojalá que no pueda tocarte ni en canciones.

Ojalá que la aurora no dé gritos que caigan en mi espalda.
Ojalá que tu nombre se le olvide a esa voz.
Ojalá las paredes no retengan tu ruido de camino cansado.
Ojalá que el deseo se vaya tras de ti,
a tu viejo gobierno de difuntos y flores.

Ojalá se te acabe la mirada constante,
la palabra precisa, la sonrisa perfecta.
Ojalá pase algo que te borre de pronto:
una luz cegadora, un disparo de nieve,
ojalá por lo menos que me lleve la muerte,
para no verte tanto, para no verte siempre
en todos los segundos, en todas las visiones:
ojalá que no pueda tocarte ni en canciones.


Aviso: yo no soy racista pero, para mí, los Reyes Magos son dos.

Vengo de hablar con un tipo que está estudiando la carrera de comunicación audiovisual. Es un cinéfilo y le apasiona el rodaje, la edición, el guión... aunque reconoce que no tiene demasiado talento. ''Sería el chico del café con tal de seguir ahí'', dice. Tiene ilusión y me cae bien por eso. Ha rodado un par de cortos como prácticas de su facultad y algunos talleres y le echa ganas. Ha oído hablar demasiado bien de mí y de mi afición. Al presentarnos me dice de entrada que seguramente no sepa más que yo... ojalá me quedara la milésima parte de pasión por el cine que a ese chico. Tras un tiempo hablando, me reconoce que vive a la sombra de su compañero de piso a la hora de escribir y me habla de un corto que habían escrito y dirigido, una idea de su compañero que le agradezco contándole una idea parecida que tuve y que escribí, también un corto. Me dice que estoy desaprovechado donde estoy y que una mente como la mía debería estar realizando esas ideas sin perder más tiempo. Es una persona de cumplido fácil, lo dice más por ser amistoso que por ser justo y cierto. Me cae bien, aunque tanto halago me recuerda a una sexóloga que conocí, aquella que decía: ''sabe a lo que huele''. Volví a pensar en el cine como el arte del azar, hay que estar pendiente de demasiadas cosas y de demasiada gente para hacer que funcione y yo no valgo para eso, me daría un infarto. Escribir... es otra historia, aunque no puedes saber si al final la película se hará tal y como tú la escribiste, supongo que por eso me pasé a otros géneros en los que poder controlar el resultado final y no dejarlo en manos de terceros.

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