24/8/09

Por fin solos



Llega un punto en la improvisación donde Bruce Mitchell se da cuenta de lo que Vini está haciendo y pone una cara de felicidad inmensa y se pone a aporrear la batería como en éxtasis. Y Vini Reilly sigue tocando durante toda la canción serio, impasible, como si no pudiera darse cuenta de la genialidad que está haciendo, como si fuera lo mínimo que pudiera hacer. Un prodigio.

Anoche vi una estrella fugaz y pensé en ti. No lo hice conscientemente, era una estrella fugaz muy grande o pasó muy cerca o vete tú a saber, pero estábamos solos. El lugar había sobrevivido al precio de la fama y al paso de la moda y volvió a estar vacío, como antes, como ahora, como a mí me gusta. Hablar era romper aquel momento, así que cogí la guitarra y dejé que salieran mis impresiones. La noche se volvió inocente como un niño y un poco melancólica, el viento soplaba invernal y el cielo era distinto. Cada noche que tengo la oportunidad de quedarme mirando las estrellas me esfuerzo por vislumbrar las que no se ven a simple vista, las más tenues. Afinas tu vista y ahí las tienes, llenando los huecos entre las más luminosas y luego abstraes tu mirada para ver todo el cielo en conjunto, estrellas luminosas y tenues y te descubres en frente de un inmenso manto brillante espectacular.

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