19/10/09

El sinsentido

Conozco a gente que lo único que hace en su vida es entrometerse en la de los demás. No sé qué les ocurre, estarán aburridos o no se aguantarán a sí mismos, el caso es que no dejan de molestar, no hacen nada en particular. Yo prefiero dejar a todo el mundo en paz, solo me meto por medio si puedo ayudarles en algo, pero los hay que se entrometen por interés. Son ese tipo de personas que se permiten el lujo de llamarse amigos tuyos y pasan de ti a menos que puedas ayudarles en algo, es decir, el caso contrario. No sé qué les avergonzaría más, si oírme contar todas las veces que les ayudé o todas las veces que (no) me ayudaron, salvarían el ego soltando excusas para no admitir muchas de ellas, pero también es cierto que no tengo por costumbre pedir ayuda, no me gusta depender de terceras personas más de lo lógico o de lo estrictamente necesario, por eso como amigo salgo bastante barato. Todo esto puede ser interpretado también como una especie de refugio, se sobreentiende que me gustaría que me trataran como yo les trato, pero no, esto no facilita el aislamiento, sino todo lo contrario. Hubo una época en la que perdí la perspectiva hasta el punto de no ver que el muro que estaba levantando entre los demás y yo me hacía más daño que cuando no había muro y creía que esto era así porque aún no había terminado de levantarlo. Pero aquello estaba lejos de ser una protección, en realidad es una reacción instintiva que puede interpretarse incluso como causal, pero no es la mejor. El objetivo era no sentir nada, pero para eso ya están los muertos y ya tendré mi buena temporada de no sentir, levantar algo que me impidiera sufrir fue una idea que no dio muy buenos resultados, lo único que impide algo así es ser uno mismo. Dicen que la madurez en la sociedad actual tiene como principal característica la habilidad de contener las emociones, una verdadera deshumanización, en ese caso me alegro de ser un niño. En mi opinión, el razonamiento que lleva a la conclusión de que es mejor mostrarse frío y que todo te resbale es un ataque a la propia libertad. ¿Vamos a dejar de sentir, decir o hacer tal o cual cosa solo porque puede que nos hagan daño por ello? Prefiero sentir, decir y hacer lo que me dé la gana a no hacerlo por miedo a lo que me pueda pasar. Estoy dispuesto a pagar el precio de ser quien soy.

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