12/1/10

No.

No me gustan las conversaciones que no van a ninguna parte, aquellas en las que no hay nada que aprender. Hoy me ha tocado una de esas, la misma de siempre, que solo sirve para terminar incómodo y con una sensación de tarde robada y molestia, cómo le gusta marear la perdiz al personal sin ayudar ni pretender ayuda. Cuando me incordian de esta forma cierro los ojos y respiro hondo, pienso en si realmente necesito lo que sea que esté ocurriendo en ese momento para llegar a ser yo mismo, si merece la pena seguir hablando sin rumbo y sin sentido, enlazando cosas que no vienen a cuento solo para provocar malestar o tristeza. No suele merecer la pena y lo que suelo hacer es cortar de raíz, comunicación y comunicante/s, si solo sabes cacarear cosas ya regurgitadas y no aportas nada nuevo, sobras. No me gusta la gente que ''juega'' con la gente, que no es directa y que lo tergiversa todo. Hacen que no pueda disfrutar de mi tranquilidad con todas esas preguntas equivocadas, esas obediencias categóricas de verdades manidas que ni se molestan en aplicar funcionalmente a su situación, esas vidas mal enfocadas. Por ahí no paso, voy a borrar cada cero a la izquierda, cada obstáculo que me separa de mí mismo.

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