9/1/10

Una mujer maquillada es su propia puta


Una mujer que se maquilla es una mujer que demuestra no ser para mí. Esto no va en gustos, es mucho más importante que las preferencias. Una mujer que se maquilla es una mujer que se somete a todo en lo que me posiciono radicalmente en contra. No espero nada de una mujer maquillada, no suelo hablar con una mujer maquillada y me olvido de conversar a un nivel intelectual alto, todas las veces que lo he intentado me he sentido como hablando a una pared. He tenido conversaciones increíbles con mujeres que después, haciendo memoria sobre ellas, no he visto maquilladas nunca, ni en aquella fiesta tan especial, ni en tal ni en cual sitio ni situación. Pocas son las excepciones que hago a la hora de hablar con mujeres que yo haya visto maquilladas en alguna ocasión, no solemos tener nada interesante que contarnos y creo que todo esto no es producto de casualidades. Esas mujeres que no se maquillan no son la perfección estética (que esa es otra, como nos han metido la cuchara en la boca con que el canon es tal o cual, el canon de cada uno es uno mismo o aquel que le salga a cada cual de las narices), sino mujeres que no se esconden detrás de un color porque no tienen nada que esconder, mujeres a las que no les avergüenza ni les da miedo ser ellas mismas, que no intentan aparentar más de lo que son. Esas mujeres son la evolución. ¿Cómo enloquecimos tanto, pasando de ser unos monos ingeniosos a echarnos cosas en la cara para gustar al personal o incluso a nosotros mismos? No sé en qué parte del camino se fue todo al carajo y la verdad es que me importa bastante poco, prefiero hablar con gente que se acepta tal y como es, demuestran una nitidez vital más bella e irresistible que cualquier pintura. No me gustan las que se emperifollan, ni mucho ni poco, como si fueran pavos reales intentando atraer a otros pavos reales o realzando o potenciando sus atributos, este razonamiento me entristece como pocos por lo lejos que deja al ser humano de sí mismo. A mí se me gana por la mente, por la capacidad demostrada o intuíble. Yo no ''me arreglo'' para nada ni para nadie, yo soy quien soy tal y como soy y quien viene a mí sabe que no hay ni más ni menos, ni trampa ni cartón. Eso es algo que me encanta, la gente que se muestra tal cual es, si al personal le parece poco pues que se vayan por donde han venido, yo no tengo nada por lo que achantarme ni avergonzarme ni coartarme ni arreglarme. Y habrá quien diga: ''claro, es que los hombres más o menos se pueden permitir no arreglarse, las mujeres no'' y yo contestaré: ''no, conmigo no. Conmigo todos se lo pueden permitir exactamente igual, de hecho lo prefiero''. No solo no me atrae la mujer maquillada, sino que provoca mi repulsión por representar una o varias de las siguientes cosas: la sumisión al convencionalismo y a la norma absurda, acatándola sin habérsela planteado realmente, a traicionarse a uno mismo, a no estar interesado en mostrarse tal y como uno es, a pasar por aros estúpidos, a intentar reforzar su autoestima dándole importancia a lo superficial, a maltratarse convencida de que algo de maquillaje le hará parecer más guapa, a darse órdenes estéticas denigrantes a sí misma hasta convertirse en algo parecido a su propia puta. Para mí una mujer al natural, sin absolutamente nada, justifica mi existencia, siento que no he vivido en vano con solo observarla (y recién levantadas son lo mejor, genuinas, con cualquier tipo de guardia estúpida bajada) y una mujer maquillada es una esclava, una persona que no comprende su propia belleza, que la rechaza, se rechaza a sí misma y busca alguna manera de transformar su cara, de convertirse en quien no es. Una mujer que se maquilla es una mujer que quiere ser otra, que se desprecia, que no se entiende a sí misma, que revela una interacción mental consigo misma contraria a cualquier cosa que pueda resultar seductora, una aberración y una verdadera lástima.

No sé a qué viene tanta inseguridad ni tantos prejuicios, ni darle tanta importancia al aspecto externo con pizpireces, ni prestarse a que te retuerzan la razón hasta el punto de decir que hay quien se siente mejor consigo misma, más coqueta y más segura de sí misma y se gusta más cuando va maquillada... es como decir que me siento mejor conmigo mismo cuando me oculto, cuando menos me parezco a mí, cuando consigo camuflarme, cuando consigo no ser yo. No sé por qué la gente no se acepta tal cual es, no sé qué tienen en contra de sí mismos, miedo al rechazo o vete tú a saber, no sé por qué no quieren ser ellos mismos. Deben de haberles enseñado que todo aquello que los diferencia de los demás se llaman defectos y que, en este caso, pueden corregirlos fácilmente. ¿Pero no se dan cuenta de que parecernos los unos a los otros cada vez más hace de este mundo una mierda aburrida? Qué poco interesante sería, poniéndonos en el extremo de este anhelo, que todas las mujeres consiguieran ser ese ente facial y anatómicamente perfecto que parece que buscan. Ojalá todas se den cuenta de que, cada una a su propia manera (y esto es lo que las hace únicas) son inmejorables, que superen sus inseguridades, sus miedos y sus problemas consigo mismas y dejen de ''arreglarse'' (es irónico que lo llamen así) para aceptarse como la indiscutible obra maestra de la naturaleza que son. Sus caras no son lienzos en blanco, lo que hacen con ellas es como dejar a un bebé con un cubo de pintura delante de un Velázquez.

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