6/9/10

Resucitaron

Vaya si resucitaron. Volvieron e hicieron de estos últimos 6 años una mentira. Y mis pelos de punta: esa noche no cabía un alma y nadie se creyó que Pete Doherty formó parte de los Babyshambles alguna vez. Es un Libertine, miradle en el escenario, está claro que con esos 3 se siente en casa. Esos 3 son su casa y también son la casa de Carl Barat, la de John Hassall y la de Gary Powell. Nadie daba un duro por un regreso inminente y una vez sacadas las entradas a la venta cualquiera se imaginaba que aquello iba a ser un sacacuartos: Pete Doherty iba a subir al escenario borracho o peor, cantando y tocando fatal, sin importarle nada de esto y Carl iba a recordar perfectamente por qué se acabó. Al escenario subieron 4 profesionales que venían de un par de semanas ensayando un viejo cancionero al que le desempolvaron los 6 años con un cariño por los fans y por ellos mismos ilimitado. Hace un par de semanas volvimos a 2003, las canciones y ellos no habían envejecido ni un día, se mostraban como el mes antes a la ruptura o quizá mejores, con la fuerza que da volver y de desplegar un repertorio que se defiende solo... pero los nostálgicos que se agolparon allí sabían que la magia no venía de las canciones inmensas, sino de la amistad y por eso cuando Pete y Carl se abrazaron todos comenzaron a gritar y a aplaudir. A la química entre Doherty y Barat solo podría plantarle cara la de Lennon y McCartney: dejaron un concierto plagado de guitarras entrelazadas casi telepáticamente, todo parecía involuntario y esa es la cualidad que distingue a los genios de los demás. Se vió que no estaban interesados en volver para algo que no fuera escribir una vez más sus nombres en la Historia de la Música y es que lo que The Libertines han hecho siempre ha sido regalarle a la música belleza, originalidad, libertad y muchos grandes momentos.
Volvieron y se trajeron al muchacho boquiabierto que los escuchó por primera vez, alguien con quien me gustó compartir los mismos nervios y la misma ilusión. Verlos ahí arriba confirmando que fueron la mejor banda de los últimos 20 años y que todas las bandas de la invasión británica que provocaron ellos son una basura sin sentido ni música que ofrecer ha sido algo que les agradeceré toda la vida. Los creía muertos, como todo el mundo. Creía que verlos igual que en los viejos tiempos era absolutamente imposible; lo había asimilado, se habían ido como se va la persona que muere, había comprendido que jamás los volvería a ver... y entonces resucitaron y comprendí que en esta vida absolutamente todo es posible. La reunión ha sido una experiencia que llevaré conmigo siempre. Volvieron a cantar ''me duele verte hablando siempre de los buenos tiempos, no fueron buenos tiempos. Estos son los buenos tiempos'' y volvieron a tener razón.

1 comentario:

vico dijo...

Sus discos en solitario no han estado mal, pero como bien dices esos dos pájaros tienen mucha más magia juntos. Grandes !