1/2/08

Debateo

Cosas como los debates que tuvieron lugar hace poco entre Zapatero y Rajoy me hacen enorgullecerme de algo que yo no sería si la situación fuera mínimamente decente: apolítico. Aportando datos contradictorios de fiabilidad escasa y discutiendo quién es más asesino que quién se pasaron la patata caliente, haciéndose los suecos ante situaciones en las que se pillarían los dedos en demasía. Esto es España, señores, un espectáculo deleznable.

Ejemplo. El canon es ese impuesto que se cobra dando por sentado que todos los españoles somos unos delincuentes que roban a los artistas, una condena a priori, una pena impuesta presuponiendo que cometemos el delito. Zapatero no nombra el tema y Rajoy dice que lo quitará, pero tampoco hace referencia a eso de tomarnos a todos por ladrones. Zapatero no dice ni mu sobre la asfixiante presión fiscal a la que se nos somete porque la seguirá aumentando, está en sus planes, lo hará en el mismo momento en que se sepan los resultados electorales... está claro que los socialistas ganarán por goleada, mayoría absoluta, porque el líder del PP es un pobre hombre que pasaba por allí. Las posiciones están definidas: los hijos bastardos y pródigos (nunca mejor dicho) de Aznar y González se mueven en una habitación a oscuras, como marionetas sin titiritero, aviones cayendo en picado con el piloto automático... por eso no sé quién ganó los debates, pero sé quienes perdieron: todos nosotros.

Los medios de comunicación en América son el 4º poder y lo son desde hace siglos. Aquí no tienen ese peso, no se imponen a los partidos políticos, sino que son un instrumento de éstos para hacer campaña y propaganda, como lo son el terrorismo y la mentira. En América, ''the media'' es un animal que critica objetivamente al personal (o por lo menos con más objetividad que por aquí. Allí creen que ostentan un poder, no que son instrumentos de otro), en España lees un periódico y ha arrasado Rajoy, pones un debate en la tv y Zapatero le ha dado un repaso a su oponente... y todo de esa forma tan vergonzosamente española: con esa demagogia propia del que antepone su militancia, su fanatismo y su irreflexividad a su deber como periodista, como informador objetivo... esos hipócritas venenosos que no hacen sino fomentar la idea de las dos Españas. Mientras tanto nuestro dinero se despilfarra, nuestras necesidades se desatienden y este juego bochornoso totalmente desligado de la sociedad que es la política sigue por sus derroteros, dirigiéndose a los ciudadanos como el que manipula a un tonto para que termine haciendo lo que uno quiere. La palabra que buscamos todos es asco.

Se acercan las elecciones, ellos dejan la decisión en nuestras manos porque no tienen más remedio, supongo que será el inconveniente que tiene esto de la democracia, mientras que se repite esa frase una y otra vez en mi cabeza: ''Imagínate que hay una guerra y nadie va''. Por ahí van los tiros, o por lo menos, los míos: no es mi guerra, no siento que tenga nada que ver con ésto, ya me han robado, no puedo decidir en qué se gastarán los ladrones mi dinero y sé que ahí fuera la cosa solo va a empeorar, así que no pienso perder el tiempo con algo estúpido y formal. Es más, en mi caso tendría que hacer cola y no me gustan las colas... la hice para ver a Van Morrison, pero no la haré para votar al menor de dos males si, al final, una cosa va por la otra. No soy como esos imbéciles antisistema, a mí me da vergüenza decir lo que estoy diciendo... pero bueno, también es una decisión democrática, así que, a los que piensan que la gente ''tiene'' que votar, les diré que ''no puedo''.

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