18/9/09

Por qué dejé la droga

No me gusta hablar de esto y creo que he tratado el tema con dos o tres personas como mucho, pero hubo una época en la que mis padres hablaron de separarse, el ambiente en casa era insoportable, dolía mucho ver en qué se había convertido todo después de tanto tiempo tan felices y mi padre me preguntó que si llegaban a divorciarse con cual de los dos me iría y yo le dije que le preguntaría a mi hermana (al ser la pequeña de la casa se le esconde la mierda, apenas notó todo esto) con quién se iría ella para irme yo con el otro, no iba a dejar que nadie se quedara solo. Fue entonces cuando vi verdaderamente las drogas como un instrumento de evasión de la realidad propia, pero no tomé nada. Me dio por el cine, es una gran forma de evasión, evitas pensar en tus problemas a base de ver una historia y otra y otra y poner una peli justo a continuación de la anterior para que no te dé tiempo a pensar en dónde estás, quién eres y qué te está pasando. Se convirtió en una droga, me pareció mucho más grande que simples películas y me entretenía analizándolas hasta desarrollar una visión de todo el asunto, supongo que fue un paso más que mi cabeza necesitó dar para desconectar de su alrededor por completo. Tiempo después, las drogas. Entré en aquello queriendo creer que mi propósito era experimentar para ver cómo podían contribuir a mi imaginación y ver si era capaz de hacer más cosas, traspasar mis propios límites, ver las cosas desde otra perspectiva… pero todo lo que está al Sol tiene una sombra y la mía era la necesidad de evasión de demasiadas cosas. Cuando mi sombra se hizo más grande que mi propósito aquello ya me había enseñado todo lo que podía enseñarme sobre mí mismo a los niveles que buscaba, comprendí que era hora de salir de allí y lo cierto es que no quería, se estaba bien así, sin apenas sentir nada. Dejé aquello porque tenía demasiadas razones para quedarme y porque dejé de ver los límites, podía haber empezado a tirar hacia direcciones que solo conducían al Proyecto Hombre en aquel punto, así que corté con todo aquello cuando aún no suponía un esfuerzo. No voy a concederme el capricho de autodestruirme, sería demasiado fácil.

No hay comentarios: