24/10/09

Mal-vístete y serás mal visto

No he sentido pulsión sexual irrefrenable en mi vida. Vaya, como empezamos hoy, bastante cargaditos de regalos, muy ''verdadbrutal@hotmail.com'' si lo prefieren. No sé pensar con la polla y no quiero nada con la chica que hace que la calle entera se gire cuando pasa. ¿Inseguridad? Seguramente (chiste). Mis prejuicios cristalizaron en forma de complejos que bloquearon instintos que estoy intentando desbloquear. Yo creo en la libertad por encima de las épocas y de los bla bla bla, ya os sabéis el discurso, y creo que los instintos son un arma de doble filo: por un lado te liberan de tus complejos y, por otro, te encarcelan en el mero hecho de seguir el instinto. Ya no haces algo porque te apetece, sino porque lo necesitas, es como una droga que te pide el cuerpo y yo por ahí tampoco paso. Al final hay que encontrar un equilibrio: desinhibido pero no poseído por los impulsos, sometido a nada, vamos, libre.

Hoy ha sido un día genial. El fugado volvió a casa y ahora es más feliz que antes, más ágil que antes (ha dejado de fumar con tanta frecuencia, como el resto de personas a mi alrededor) y se ha dado de cabezazos ante mi confesión: no tengo ni idea de qué color casa con qué color. Nunca he sabido como cuadran, si cuadran o no cuadran, cuales no pegan con cuales... uno de los recuerdos más traumáticos de mi infancia es que yo estaba un día con mis 6 años o por ahí en pleno pico de creatividad coloreando un dibujo al que le estaba poniendo mi alma por ser un regalo para mi madre por el día de la madre, a toda la clase nos habían dado aquello, una tarjeta de un sol sonriente o algo así y cada uno ponía su nombre y la coloreaba. Me puse a rellenar aquel dibujo con colores que causaran un impacto inolvidable hasta que la seño me miró, cogió mi dibujo, llamó la atención de toda la clase y lo enseñó en un giro de 360º. Acto seguido lo hizo trizas justo en frente de un niño de 6 años que solo quería que su madre estuviera feliz y orgullosa. Si en lugar de aquella vieja zorra el dibujo hubiera sido visto por el que realizó la portada del Disraeli Gears de Cream hoy estaríamos hablando de una historia con un final más feliz que el de cualquier peli porno al uso. El caso es que quise saber qué había hecho mal, así que miré el resto de pinturas de la clase. Solo utilizaban el amarillo, los más vanguardistas se atrevían con algo de naranja. Esta vez imité la técnica de aquellos que recibían palmaditas en la espalda y salí más o menos bien parado, pero jamás comprendí aquello de los colores y de cuáles se supone que pueden mezclarse y quedar bien y cuales no pegan. Es por esto que no tengo ni idea de ir conjuntado, suelo ir con colores que combinan con casi todo: negro, blanco... a lo largo de los años, cuando iba a irme por ahí le decía a mis padres: ''ey, me largo'', ellos me miraban y me decían: ''pero ¿qué te pasa? ¿A dónde vas así vestido?'' Por lo visto el naranja no pega con nosequé y el gris no pega con nosecuantos. Yo estaba comentándole todo esto y él me contestaba: ''pero vamos a ver, eso es imposible. Cuando tú escuchas a un tío tocando la guitarra y toca una nota que no encaja te das cuenta en el mismo momento, ¿no? O cuando coges una fresa y le echas vinagre y te la metes en la boca, te pueden gustar las fresas y te puede gustar el vinagre, pero cuando dos cosas no pegan, no pegan'' y sí, entiendo esos ejemplos, pero no veo que no peguen dos colores que se supone que no casan, no me chirrían, no salta a mi vista que no casen.

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