Aviso: cuando era pequeño creía que las ranas venían de Croacia. Dicho esto...
Lo primero que vi de Lars Von Trier fue Dogville y pensé que estaba ante un auténtico genio. Estos días me puse con una miniserie que había hecho para la televisión danesa a mediados de los 90 que fue un éxito rotundo por aquel entonces, cuando Lars aún no se había consagrado. Riget está compuesta por dos temporadas de 4 episodios cada una y una capacidad sin precedentes para mezclar terror, humor, intriga y todo lo que se le pasó por la cabeza a su autor, cuya maestría le permitió combinarlo todo sin que la trama se viera perjudicada. Después de ver la serie no me quedaba duda de que este hombre es una excepción ambulante y me enteré de que había hecho un guiño a Riget en las escenas del bosque de su última película, Anticristo, estrenada hace unos meses.
Anticristo de Lars Von Trier es Anticristo de Lars Von Trier, una obra que no se puede comparar con nada. Es el resultado de la imaginación magullada de una mente en depresión continua que nos enseña lecciones aprendidas con toda la humildad posible. Levantó mucho revuelo por mostrar partes del cuerpo que los críticos no están acostumbrados a verse, igual de naturales que el resto. Quisieron quedarse con lo anecdótico y dar demasiada importancia a algo que es simplemente normal, quedan imbéciles en el siglo XXI, y pasaron por alto que con esta película Lars Von Trier demuestra que está por encima de scorseses (gángsters facilongos), depalmas (metafísica predecible), tarantinos (diálogos banales kilométricos en el museo de lo ya hecho) y coppolas (padrinos tostones soporíferos infumables) y que es, sin lugar a dudas, uno de los genios más grandes de la Historia del Cine, el único capaz de hacer arte con una cámara a día de hoy, verdadero y libre. Esta película es puro él, da rienda suelta a su imaginación sin pararse a pensar en el público o en lo políticamente correcto, se atreve a correr el riesgo de ser él mismo sin ningún tipo de barrera y de ahí que el resultado te deje imágenes preciosas grabadas en la retina, así como secuencias terroríficas. Hacía mucho que nadie convertía el cine en algo que mereciera la pena recordar, gracias a este hombre no tenemos que remontarnos más de 20 años para hablar de escenas preciosas.
2 comentarios:
De este hombre solo he visto la cabezera de Riget y puedo afirmar que es una de las locuras mas grandes que he visto nunca. No sabes a lo que atenerte.
Adoro esa cabecera, para mí es la mejor que hay. Cuando la vi por primera vez dije: ''un momento, unas escenas cuidadísimas que dan paso a un coro nazi sobre música electrónica desfasada ya para su época y un tío gritando de repente, todo esto con la sirena de una ambulancia de fondo, esto está hecho para mí''. Desde entonces fue como el O.C., nunca te saltas la cabecera, la ves y la disfrutas y lloras de la risa flipándolo en cada episodio. El sentido del humor de este hombre es genial. Hizo la serie por diversión y por sacar pasta para sus proyectos cinematográficos y se asombró cuando resultó un bombazo. Es una seriaza.
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