19/12/09

La mujer en el arte

Estaba escuchando Ananda, aquella pieza de piano de la increíble Poppy Morgan de The Durutti Column, dejándome sorprender por la belleza del alma cuando pensé: ¿quién sería el equivalente femenino a Chopin? ¿o a Duchamp? ¿o a Brunelleschi? ¿o a Bernini?

En mis libros de arte no aparecía ni un solo nombre femenino firmando una obra, era como si las mujeres no hubieran hecho nada en pintura, escultura o arquitectura en todos estos siglos. Aparecen algunas en cine, literatura y en música, pero siempre consideradas dentro del hecho de ser mujeres (como si ser mujer fuera un handicap en el arte), relegándolas de esta forma a un segundo plano en comparación con los hombres que fueron grandes genios de la Historia en cualquier disciplina artística. Nadie se ha atrevido nunca a compararlas de tú a tú con aquellos, siempre se han tenido en cuenta las circunstancias de las mujeres para poder hacerlas encajar en el puzzle con una condescendencia machista. En música encontramos que las mujeres (cada vez más), se someten a la visión sexista del arte en lugar de intentar romperla. Esto es así debido a que una obra puede potenciar más su reverso artístico o dedicarse más al entretenimiento puro y duro. Una vez apareció en música una mujer que, además de ser una gran artista, era increíblemente bella. No sé cuándo ocurrió exactamente, pero eso degeneró en lo que arrastramos hoy: miles de mujeres descuidando o no dando la menor importancia a su creación artística en favor de su estética, pariendo aberraciones que se convierten en superventas debido a que la brújula se perdió hace mucho. Existe la música de entretenimiento al igual que el cine de entretenimiento o la literatura de retrete y me parece muy bien, pero a mí me gusta más el arte porque, cuando la obra artística es buena a ese nivel es inevitablemente entretenida, no hace falta evitar esfuerzos mentales y hacer una cosa facilonga para que sea disfrutable y entretenida, por eso prefiero a Janis Joplin antes que a Katy Perry o a Cristina Aguilera.

Concluí pensando que Ananda, aquella pieza de piano, ha sido el primer contacto consciente con el arte femenino en mi vida, es la primera vez que veo a una mujer dejar a un lado el aspecto de entretenimiento para concentrarse únicamente en el aspecto expresivo, el artístico. En realidad, también pasó con Janis Joplin, quizá no me di cuenta porque ella siempre iba seguida de su banda y eso la hacía parecer más mainstream, pero ella también luchó por expresarse artísticamente y no se fue por otros derroteros. Hoy existen mujeres que tratan a la música como un arte y sus obras provocan evolución mental en lugar de atascos, ya he hablado de Poppy Morgan y de su talento gigantesco e indiscutible. Otra mujer que ha ido directa a expresarse artísticamente y que está ahora mismo en plena forma es Imogen Heap, una todoterreno con un mundo propio a la que seguí en el videoblog que fue realizando en youtube sobre su último disco, salió este año y asistí a sus reflexiones mientras lo creaba a la vez que convertía el sótano de su casa en un estudio de grabación. El resultado, arte:

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